Les cuento que los últimos días me he sentido un poco mejor, estoy trabajando muy duro y con juicio en las terapias y ahora puedo levantar la pierna, doblar y estirar cada día un poco más la rodilla, y hoy logré empezar a andar usando una sola muleta, pero es complicado aún. Un día y un pequeño avance a la vez. Estoy trabajando, no al 100% pero cada día retomando más actividades en la medida en que mi movilidad me lo permite.
Ayer fue mi aniversario de boda, Patxo y yo cumplimos 14 años de casados y siempre he tenido un muy mal recuerdo de mi torta de boda y de ahí viene mi aversión por los moños de pastillaje. Me casé en Cali, en la casa donde crecí, allí fue la ceremonia civil y la reunión que hicimos. Mi mamá organizó todo, yo viajé un par de veces a ver cosas y supervisé desde aquí. En ese tiempo estaban de moda las tortas que parecían regalos, cuadradas, grandes y con unos moños muy voluminosos. Eso era lo que yo quería.
Como no había tiempo y mi mamá no alcanzaba a batir la torta, se la encargó a una señora famosa en Cali que se llamaba Socorro. El día antes de la boda, fui con mi mamá a recogerla y cuando la ví, sólo quise gritar ¡Auxilio Socorro!. Primero era completamente desproporcionada, habían puesto un piso enorme, era como si la torta tuviera la caja de un tv viejo encima. Segundo era color crema y no blanca. Tercero, el moño debía ser lila y lo habían hecho tan claro que era como un tono blanco papel higiénico. Yo quería llorar. Logramos que achicaran el segundo piso pero lo demás quedó tal cual.
A la mañana siguiente y gracias al calor, el moño se había desinflado y parecían una serie de tiras tiradas sobre la torta. La tía Patxa, tía de mi mamá, que fue quien decoró la casa, le tuvo que poner unas flores entre el moño para tratar de que se viera decente, pero para mí no lo logró. Yo quería esconderla pero mi mamá había pagado un pastón por ella y la puso en la mesa de la torta. Aquí comparto una foto, recortada de una foto del matri, así que no se ve muy bien.
Después de esta historia, espero que comprendan por qué detesto los moños en pastillaje y por qué me comprometo tanto con las novias para que nadie se lleve la sorpresa que yo me llevé!